Curso de nutrición ortomolecular
La medicina «Ortomolecular» es un término acuñado en 1968 en la revista Science por una de las mentes científicas más grandes del vigésimo siglo, el dos veces premio Nobel, Linus Pauling
La Medicina Ortomolecular se basa en el convencimiento de que si al organismo se le proporcionan los micronutrientes necesarios para su correcto funcionamiento, muchas de las llamadas enfermedades no se manifestarían, y las que ya lo han hecho, podrían remitir parcial o totalmente . Por tanto, es preciso asegurarse de que contamos con ellos en la proporción y cantidad adecuadas. Los micronutrientes son las sustancias que los seres vivos necesitan en pequeñas dosis para desarrollar los procesos metabólicos y bioquímicos. Algunos de los mas importantes para los humanos son el yodo, el hierro y la vitamina A.
El primer tratamiento es siempre una óptima nutrición, vegetariana en la medida de lo posible, libre de productos refinados como el azúcar y harina, abundante en frutas y verduras etc. El doctor Weston A. Price descubrió ya en 1939 la causa sencilla de las enfermedades modernas (Cáncer, Alzheimer, esclerosis múltiple, fibromialgia, infertilidad, asma, artritis, diabetes, infartos, derrames cerebrales, autismo, bebés prematuros, niños con déficit de atención, depresión, ansiedad …). En los años 1920 y 30, el doctor Price, un dentista, decide viajar por todo el mundo para documentar la salud dental de los pueblos de aborígenes y correlacionarla con los alimentos consumidos. El doctor Price concluyó que la dieta moderna del hombre «civilizado» es tan marcadamente deficiente en las sustancias más básicas y esenciales de la fisiología humana, y tan cargada de las substancias tóxicas presentes en los alimentos procesados, que al cuerpo se le hace imposible sostener un funcionamiento celular normal. Todas las enfermedades crónicas y degenerativas modernas son producto de una falta de ingesta de nutrientes básicos y del consumo exagerado de sustancias ajenas a la naturaleza del cuerpo humano. O sea, nos estamos enfermando porque estamos comiendo «mierda».
Los descubrimientos y todo el análisis del doctor Price fueron plasmados en su obra maestra Nutrición and Physical Degeneration, un texto que uno esperaría que fuese lectura obligada en todos los currículos de medicina, pero no sólo no tienen idea de quién es el doctor Weston A. Price, sino que no son ni siquiera adecuadamente instruidos en nutrición básica. Los médicos son analfabetos nutricionales.
Nuestro estado de salud representa, ante todo, nuestra dieta desde que éramos fetos. Somos producto de lo que ingerimos y que además trasmitimos genéticamente. Una verdad tan sencilla de entender, pero a su vez una tesis que ha sido ridiculizada y olvidada. Es hora de redescubrirla, porque cada día que pasa nos estamos muriendo por la boca.
La medicina Ortomolecular viene a restablecer los desequilibrios nutricionales tratando o previniendo la enfermedad con sustancias naturales al cuerpo, vitaminas, minerales, aminoácidos y otros modificadores de la respuesta biológica. Estas sustancias se usan frecuentemente en dosis grandes (mega dosis), pero como no son drogas, la toxicidad se evita, y el cuerpo puede responder de una manera más positiva. El ejemplo clásico es el tratamiento de la diabetes con la insulina.
La práctica de la oncología ortomolecular fue comenzada hace más de 25 años por el psiquiatra canadiense Abram Hoffer. Inspirado en su trabajo con la nutrición en esquizofrenia, y deseando hacer algo más que apenas dar consejos espirituales a sus pacientes terminales del cáncer, comenzó a prescribir dosis grandes de vitaminas y de minerales para ellos. Para su sorpresa, estos pacientes terminales del cáncer vivieron cuatro veces más de lo esperado, y un porcentaje fue curado. En un estudio escocés – the Vale of Leven Study, – se obtuvieron resultados similares con apenas 10 gramos de vitamina C oral diaria, después de abandonar cualquier tratamiento convencional. En este estudio un 10% de pacientes terminales fueron curados realmente.
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